Tallin, la capital de Estonia, es una ciudad que cautiva los sentidos y el espíritu con su encanto medieval, su rica historia y su vibrante ambiente cultural. En este viaje inolvidable, me sumergí en las calles empedradas de su casco antiguo, me maravillé con sus impresionantes vistas panorámicas y me deleité con su exquisita gastronomía local. A continuación, te invito a descubrir los mejores lugares que visitar en esta joya del Báltico.
1. Ciudad Vieja (Old Town)
Comencé mi exploración en el corazón de Tallin, la Ciudad Vieja, un laberinto de callejones adoquinados, murallas antiguas y torres medievales. Me sentí transportado a través del tiempo mientras admiraba la arquitectura gótica y barroca de la Plaza del Ayuntamiento y la Iglesia de San Olaf. No pude resistirme a probar las delicias locales en los acogedores cafés y restaurantes que salpican la zona.
2. Catedral de Alejandro Nevski
Situada en la colina Toompea, la imponente Catedral de Alejandro Nevski es un símbolo de la influencia rusa en Estonia. Quedé impresionado por sus cúpulas doradas y su interior ricamente decorado, donde se encuentran impresionantes iconos ortodoxos. Desde su explanada, disfruté de una vista panorámica incomparable de la ciudad.
3. Murallas y Miradores
Recorrí las antiguas murallas de la ciudad para apreciar las vistas panorámicas desde los miradores, como Patkuli y Kohtuotsa, que ofrecen una perspectiva única de los tejados rojos de Tallin y el Mar Báltico. La sensación de estar en la cima del mundo mientras contemplaba el paisaje era simplemente indescriptible.
4. Museo al Aire Libre de Rocca al Mare
Para sumergirme en la historia y la cultura estonias, visité el Museo al Aire Libre de Rocca al Mare, ubicado en un pintoresco entorno natural. Aquí, exploré réplicas de casas tradicionales, molinos de viento y granjas, mientras aprendía sobre la vida rural en Estonia a lo largo de los siglos.
5. Barrio de Kalamaja
Conocido por su ambiente bohemio y su arquitectura industrial chic, el barrio de Kalamaja es el lugar ideal para sumergirse en la escena artística y culinaria de Tallin. Exploré sus calles llenas de grafitis y tiendas de diseño, y disfruté de deliciosas comidas callejeras en los mercados locales.
Mi viaje a Tallin fue una experiencia inolvidable llena de descubrimientos fascinantes y momentos mágicos. Desde su encantadora Ciudad Vieja hasta sus modernos barrios, esta ciudad tiene algo para cada tipo de viajero. Si estás buscando sumergirte en la historia, la cultura y la belleza escénica, no puedes dejar de visitar Tallin, la joya medieval del Báltico.
Enrique Kogan